Leo y la salud: descubre de qué enfermedades y debilidades debes cuidarte

Como nativo de Leo, eres de constitución fuerte y vital. Eres poseedor de una gran energía positiva, que en muchos casos, sirve de escudo frente a las enfermedades.

Si llevas una alimentación adecuada, y practicas algo de ejercicio, puede llegar a tener una vida muy longeva. Generalmente, los nativos de Leo, se encuentran bien aspectados astrológicamente, ya que su regente es el Sol, astro que les brinda fuerza cotidianamente.

Aún así, todos los signos del Zodiaco poseen alguna zona vulnerable sin excepción. En tu caso, como leonino, el órgano más delicado es el corazón y toda la zona cardiovascular.

Las afecciones más comunes que suelen afectar a los nativos de Leo son:

• taquicardias
• arritmias
• problemas en el sistema circulatorio (várices o celulitis)
• afecciones coronarias
• arterioesclerosis
• trombosis

Otro punto sensible de los leoninos es la columna vertebral. Encontrarás que hay muchos nativos de tu signo que tienen tendencia a padecer curvaturas de la columna, cifosis, lordosis o escoliosis. Así como también es posible que puedas padecer problemas en las vértebras dorsales como compresión de discos intervertebrales (hernias de disco).

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La energía de Leo

Eres una persona muy expansiva y emisora de energía. Sueles estar en constante actividad, muy por encima de otros signos. Esta tendencia de acción constante, puede derivar, en algunos casos, a algunos trastornos psicológicos que se expresen de forma somática.

El exceso de actividad puede provocarte problemas nerviosos que, en la mayoría de las situaciones, se deben al exceso de ocupaciones. Existe también la posibilidad de desarrollar cuadros de angustia, cercanos a la depresión cuando suceden acontecimientos negativos de difícil solución.

Generalmente estos casos se dan en aquellos nativos expuestos a constantes ocupaciones y responsabilidades, desatando cuadros de estrés y tensión.

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Recomendaciones para una vida saludable

1. Realizar algún deporte o actividad física. Necesitas dar salida a toda esa energía que cotidianamente generas y acumulas. Puedes realizar caminatas, alguna danza, ir al gimnasio o algún deporte.
2. Evita los vicios como el tabaco, el alcohol o las drogas.
3. Debes mantener una dieta rica en frutas y verduras. Es importante que minimices (si puedes suprimir mejor) los alimentos con grasas saturadas.
4. Mantener una buena hidratación. Es esencial que tomes, como mínimo, 2 litros de agua por día. También puedes complementar tu hidratación con licuados de frutas frescas o jugos exprimidos naturales (de naranja o limonadas)
5. Realizar actividades relajantes que ayuden a eliminar el estrés acumulado: puedes tomar clases de Yoga, Tai Chi Chuan, Rei ki o tomar sesiones de masoterapia. Existen muchas terapias alternativas (terapias con piedras y musicoterapias) muy efectivas para la eliminación del estrés.